El coordinador del Programa Mundial de Alimentos, Jakob Kern, aseguró que «los incrementos en los precios internacionales generados por el conflicto, una vez trasladados a los mercados domésticos, limitarán el acceso a los alimentos».
«La cadena de suministro de alimentos del país se está derrumbando», alertó Jakob Kern, coordinador de emergencia para Ucrania del PMA, en declaraciones realizadas durante una videollamada a la prensa y difundidas por la agencia Bloomberg.
Kern manifestó que el Programa Mundial de Alimentos se encuentra «preocupado por el efecto del conflicto en la seguridad alimentaria global»; además de la situación en ciudades como Mariúpol donde los suministros de alimentos y agua se están agotado, y la asistencia no puede ingresar debido a que se encuentran rodeadas por las fuerzas rusas.
Antes de la guerra, el programa humanitario de la ONU que distribuye alimentos en situaciones de emergencia y de hambre, compraba cerca de la mitad de su stock de trigo a Ucrania. De acuerdo con un reporte del PMA, el programa ya distribuyó 55.000 millones de toneladas de alimentos en Ucrania como asistencia frente a la guerra.
«Los incrementos en los precios internacionales de los alimentos generados por el conflicto, una vez trasladados a los mercados domésticos, limitarán el acceso de las personas a los alimentos», advirtieron.
Asimismo, señalaron que los países que más se verán afectados son los que más dependen del trigo ucraniano, incluyendo Afganistán, Etiopia, Siria y Yemen, además de Egipto, país que importa granos tanto de Rusia como Ucrania.
Los propios aumentos en los alimentos y los combustibles implicarán que el programa de la ONU necesite US$ 71 millones más por mes para solventarse, según estimaciones del propio organismo.
Fuente: Ámbito