La rentabilidad exportadora descendió al peor nivel en más de una década en Uruguay.

La evolución reciente del contexto macroeconómico en Uruguay plantea importantes desafíos para el sector exportador industrial, con implicancias directas para la logística internacional y la planificación del comercio exterior. Uno de los factores más determinantes ha sido la persistente debilidad del dólar frente al peso uruguayo, una situación que ha reducido de forma significativa los ingresos en moneda local de las empresas exportadoras y ha erosionado su competitividad en los mercados internacionales.

A este escenario se suma la caída de los precios de exportación de múltiples productos, lo que genera una presión adicional sobre los márgenes del sector. Para las compañías que operan en comercio exterior, este entorno obliga a revisar estrategias, optimizar costos logísticos y repensar decisiones de inversión vinculadas a transporte, almacenamiento y distribución internacional.

Indicadores clave de la rentabilidad exportadora en Uruguay

Un indicador ampliamente utilizado para evaluar la situación del sector es el Excedente Bruto de Explotación Unitario de la Industria Exportadora (IEBU), elaborado por el Banco Central del Uruguay (BCU). Este índice compara la evolución de los precios de exportación con los costos unitarios de producción, permitiendo medir el margen bruto antes de impuestos de la industria exportadora.

Los datos más recientes disponibles muestran que el IEBU alcanzó en agosto un valor cercano a los 92 puntos, el nivel más bajo registrado en más de una década. Este resultado confirma un deterioro sostenido de la rentabilidad, con una caída acumulada cercana al 9% en los primeros ocho meses del año. En paralelo, el tipo de cambio nominal registró un descenso aproximado del 11% en lo que va de 2025, afectando directamente los ingresos de los exportadores medidos en pesos.

Tipo de cambio, precios internacionales y competitividad logística

Desde la perspectiva del comercio exterior, la combinación de un dólar debilitado y precios internacionales menos favorables genera una fuerte compresión de márgenes. Para muchas empresas exportadoras, esta situación implica mayores dificultades para absorber costos logísticos, negociar tarifas de transporte internacional o sostener niveles competitivos de servicio en mercados externos.

El fortalecimiento del peso reduce el valor de las exportaciones al momento de convertirlas a moneda local, mientras que gran parte de los costos operativos —incluidos salarios, servicios públicos y logística interna— se mantienen o aumentan en términos reales. Este descalce impacta de forma directa en la rentabilidad de las operaciones de exportación.

Evolución del margen bruto y efectos sobre la industria exportadora

El comportamiento del IEBU refleja una tendencia descendente que se arrastra desde los máximos alcanzados en 2022, cuando el índice superaba ampliamente los 110 puntos. A lo largo de 2025, si bien se observaron fluctuaciones mensuales, estas no lograron revertir el deterioro estructural del margen bruto de la industria exportadora.

Desde un enfoque logístico, esta pérdida de rentabilidad puede traducirse en menor capacidad de inversión en infraestructura, tecnología, automatización de procesos y optimización de cadenas de suministro. En el mediano plazo, esto puede afectar la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta frente a mercados cada vez más exigentes.

Sectores con mejor desempeño y presión de costos

Aunque el BCU no publica información desagregada por sector, el análisis de precios internacionales sugiere que la industria cárnica ha sido una de las pocas que logró sostener o mejorar sus valores de exportación durante el año. El resto de los sectores industriales, en cambio, enfrenta un escenario de precios a la baja, lo que limita su capacidad de compensar el aumento de costos.

En materia de costos, los ajustes salariales con incrementos reales, sumados a tarifas públicas que no reflejaron plenamente la baja del petróleo ni del dólar, incrementan la presión sobre las estructuras de costos. Para las empresas vinculadas al comercio exterior, esto refuerza la necesidad de optimizar procesos logísticos, negociar eficiencias en fletes internacionales y mejorar la planificación de operaciones.

Implicancias para el comercio exterior y la logística internacional

El actual contexto macroeconómico plantea desafíos relevantes para la competitividad del sector exportador uruguayo. La combinación de tipo de cambio desfavorable, precios internacionales en descenso y costos internos en alza puede limitar la capacidad de expansión hacia nuevos mercados y afectar decisiones estratégicas vinculadas a rutas logísticas, volúmenes de exportación y contratos internacionales.

Para actores del comercio exterior y la logística, este escenario refuerza la importancia de ofrecer soluciones integrales que ayuden a las empresas a adaptarse, optimizar costos y mantener eficiencia operativa en un entorno cada vez más complejo. La capacidad de análisis, planificación logística y gestión del comercio internacional se vuelve clave para mitigar el impacto de la caída de rentabilidad y sostener la competitividad en el largo plazo.