Mercosur y Unión Europea: Un acuerdo estratégico con oportunidades y retos para Uruguay

El 6 de diciembre de 2024, se logró un acuerdo trascendental entre los países del Mercosur y la Unión Europea (UE), poniendo fin a más de 20 años de intensas negociaciones. Este acuerdo no solo promete fortalecer el comercio entre ambos bloques, sino que se perfila como una pieza clave en el intercambio agroindustrial. No obstante, su implementación también traerá consigo desafíos técnicos, políticos y regulatorios que deberán superarse para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece.

Un acuerdo histórico con beneficios para el comercio

Este acuerdo establece que más del 90% de los productos comercializados entre el Mercosur y la UE quedarán exentos de aranceles de forma inmediata. Esto representa un avance significativo, especialmente para sectores estratégicos como la agroindustria, uno de los pilares del comercio entre ambos bloques. Sin embargo, el acuerdo también plantea retos en áreas sensibles, como la agricultura y la ganadería, que requieren medidas particulares debido a su vulnerabilidad y características específicas.

Álvaro Pereira, jefe de acceso e inteligencia de mercados del Instituto Nacional de Carnes (INAC) de Uruguay, explicó que los productos agrícolas tendrán un tratamiento especial, ya que algunos de ellos, como la carne bovina, son considerados de "alta sensibilidad" en términos comerciales y sanitarios.

Oportunidades para la carne bovina uruguaya

Uno de los aspectos más destacados para Uruguay dentro de este tratado es la eliminación del arancel del 20% sobre la carne bovina exportada bajo la cuota Hilton. Este cambio generará un ahorro anual cercano a los USD 13 millones para Uruguay y alrededor de USD 100 millones para el Mercosur en su conjunto. La cuota Hilton ha sido históricamente una barrera económica importante para los exportadores de carne del bloque, y su eliminación podría abrir nuevas oportunidades de comercio, especialmente con los estrictos estándares de calidad requeridos por la UE.

Además, el acuerdo introduce una nueva cuota de 99.000 toneladas de carne bovina con un arancel del 7,5%, que se implementará gradualmente en un plazo de cinco años. Esta cuota, con un valor estimado de USD 600 millones, permitirá a Uruguay aumentar su presencia en el mercado europeo, enfrentando una tasa de arancel mucho más baja que el 40% estándar aplicado por la UE.

Carne ovina: Oportunidades limitadas por barreras sanitarias

En cuanto a la carne ovina, aunque no es tan sensible como la carne bovina, existen aún limitaciones debido a las barreras sanitarias que impiden la exportación de carne con hueso hacia la UE. Esto reduce el potencial de crecimiento en este sector, lo que representa un desafío adicional para el Mercosur, particularmente para Uruguay, que es uno de los principales exportadores de carne ovina de la región.

Desafíos políticos y regulatorios para la implementación

Aunque el acuerdo tiene un alto potencial para beneficiar a los países del Mercosur, su implementación no está exenta de obstáculos. En Europa, el tratado deberá pasar por varias etapas legales, incluidas revisiones por parte del Consejo de la UE y la ratificación del Parlamento Europeo. Algunos países, como Francia, ya han expresado preocupaciones sobre posibles efectos negativos en el medio ambiente y la competencia desleal.

Pereira advirtió que el acuerdo no tiene una probabilidad del 100% de éxito y que depende de los desarrollos políticos en Europa, lo que podría retrasar o incluso hacer caer el tratado. Si las negociaciones avanzan sin mayores complicaciones, se estima que el acuerdo podría entrar en vigor en 2026.

Un futuro prometedor para Uruguay

Para Uruguay, este acuerdo representa una gran oportunidad para consolidar su presencia en uno de los mercados más exigentes del mundo. Cumplir con los estrictos estándares europeos en términos de sostenibilidad, bienestar animal y seguridad alimentaria será clave para el éxito del tratado. Aunque los productores uruguayos cuentan con experiencia en estas áreas, el cumplimiento de las regulaciones europeas requerirá inversiones continuas y adaptaciones en sus procesos productivos.

En resumen, el acuerdo entre el Mercosur y la UE abre nuevas posibilidades para Uruguay, especialmente en el sector de la carne, pero también plantea importantes retos a nivel político, técnico y regulatorio. Si se logra implementar con éxito, podría convertirse en un pilar fundamental para el comercio internacional de Uruguay, consolidando su posición como proveedor clave en los mercados más competitivos y exigentes.