Pérdida de carga paraguaya afecta al Puerto de Montevideo, según ONE

Dependencia del tránsito paraguayo

El Puerto de Montevideo enfrenta una situación crítica debido a la disminución del tránsito de carga proveniente de Paraguay. Según Pablo Domínguez, country manager de Ocean Network Express (ONE) en Uruguay, aproximadamente el 50% del movimiento portuario depende de estos tránsitos. La reorientación de esta carga hacia el Puerto de Buenos Aires desde principios de 2024 ha generado una notable reducción en el volumen de operaciones en Montevideo.

Domínguez enfatiza que la carga paraguaya es fundamental para el flujo en la hidrovía y que su ausencia provoca la migración de servicios logísticos asociados. Esta situación no solo afecta a las navieras, sino también a toda la cadena logística que depende del tránsito fluvial entre Paraguay y Uruguay.

Impacto operativo y financiero

La pérdida de carga paraguaya ha tenido consecuencias directas en la eficiencia operativa del puerto. Domínguez señala que un buque con conexión a Asia moviliza alrededor de 2.000 unidades con transbordos, pero solo 1.000 sin ellos. Esta reducción a la mitad en los procedimientos operativos mantiene los costos fijos, lo que resulta insostenible a mediano plazo.

Además, la implementación de escaneos aduaneros en Montevideo ha generado demoras que superan los tiempos de espera del buque, provocando costos de almacenaje adicionales que deben ser absorbidos por las navieras. Estas medidas, aunque orientadas a mejorar la seguridad, han añadido presión sobre las operaciones portuarias.

Reconfiguración de rutas y servicios

Ante este panorama, ONE ha decidido establecer Río Grande, Brasil, como su nuevo centro de operaciones regional. El servicio feeder River Plate Express conecta Río Grande con puertos argentinos y se integra a rutas asiáticas del servicio SX2. Esta decisión excluye a Montevideo como nodo principal, afectando aún más su competitividad regional.

Otras navieras, como MSC y Hapag-Lloyd, también han eliminado recientemente escalas directas en Montevideo y Asunción, reconfigurando sus servicios y adaptándose a la nueva dinámica del comercio fluvial en la región.

Consideraciones para la logística internacional

La situación actual resalta la importancia de herramientas como los Incoterms en la gestión de contratos internacionales. La elección adecuada de términos de entrega puede mitigar riesgos asociados a cambios en rutas y servicios logísticos. Asimismo, el uso de sistemas de seguimiento de contenedores (container tracking) se vuelve esencial para monitorear el movimiento de mercancías y anticipar posibles retrasos o desvíos.

Para los tomadores de decisiones en comercio exterior y logística, es crucial:

• Reevaluar las rutas y puertos de tránsito en función de la estabilidad y eficiencia operativa.
   
• Incorporar cláusulas contractuales que contemplen posibles cambios en la cadena logística.
   
• Implementar tecnologías de seguimiento que permitan una visibilidad completa de la carga en tránsito.
   

En un entorno dinámico y sujeto a cambios geopolíticos y operativos, la adaptabilidad y la información en tiempo real son claves para mantener la eficiencia y la competitividad en el comercio internacional.

Dependencia estructural y competencia regional

La situación actual evidencia la alta dependencia estructural del Puerto de Montevideo respecto al tránsito fluvial paraguayo, lo que lo expone a vulnerabilidades geopolíticas y comerciales. La preferencia de Paraguay por operar a través del Puerto de Buenos Aires no solo responde a decisiones económicas, sino también a incentivos logísticos y políticos que Argentina ha sabido capitalizar.

Esta competencia entre terminales portuarias del Cono Sur obliga a Uruguay a repensar sus políticas de facilitación comercial, infraestructura y servicios aduaneros, si quiere recuperar protagonismo en la hidrovía y asegurar la sostenibilidad de su plataforma portuaria.