Por qué el paletizado y el picking son claves para una logística eficiente en América Latina

Paletizado y picking: dos procesos invisibles pero estratégicos

En la logística moderna, muchos procesos ocurren lejos de la vista del cliente, pero son decisivos para cumplir tiempos, reducir costos y mantener la integridad del producto. Entre ellos, el paletizado y el picking destacan como funciones esenciales dentro de las operaciones de almacenamiento y distribución.

Ambos conceptos están estrechamente relacionados con la preparación de pedidos. Mientras que el paletizado se refiere a la forma en que los productos se organizan sobre pallets para facilitar su transporte y almacenamiento, el picking hace referencia a la selección y preparación de los productos según las órdenes de salida. La eficacia de estos procesos define, en gran parte, la capacidad de una empresa para responder a la demanda, sobre todo en sectores que trabajan con tiempos reducidos o mercancía delicada.

El rol del paletizado en la eficiencia logística

El paletizado permite organizar grandes volúmenes de mercancía de manera uniforme, estable y fácil de manipular. Esto facilita su traslado dentro del almacén, optimiza el uso del espacio y protege los productos durante el transporte. Pero su valor estratégico va más allá de lo operativo: una carga correctamente paletizada minimiza riesgos de daños, acelera los procesos de carga y descarga y reduce tiempos en frontera, especialmente en exportaciones terrestres o intermodales.

Existen distintos patrones de paletizado como cruzado, en columna o intercalado que se seleccionan en función del tipo de producto, su fragilidad, el tipo de pallet (de madera, plástico o cartón) y los requisitos del cliente o del mercado de destino. Asimismo, algunas industrias aplican técnicas de paletizado automatizado, que garantizan mayor precisión y control de calidad, aunque en América Latina aún predomina el proceso manual, especialmente en pequeñas y medianas empresas.

Picking: velocidad, precisión y trazabilidad

El picking es el proceso de recogida de productos desde su ubicación en bodega hasta la conformación del pedido. En otras palabras, se trata del "preparado para salir" de una mercancía. Un picking bien diseñado mejora significativamente los tiempos de respuesta, reduce errores de entrega y permite adaptarse mejor a picos de demanda.

Las estrategias de picking pueden variar según el tipo de negocio: picking por pedido, por zona, por ola (batch picking) o incluso picking automatizado con robots guiados por sistemas de gestión de almacenes (WMS). En todos los casos, el objetivo es reducir el número de desplazamientos dentro del almacén, asegurar que se recoja el producto correcto y registrar la trazabilidad de cada movimiento.

El desafío en América Latina radica en lograr eficiencia sin grandes inversiones en automatización, lo que ha impulsado el desarrollo de soluciones híbridas, donde la capacitación del personal y el uso inteligente de la tecnología marcan la diferencia.

Un binomio decisivo para la exportación

Cuando una empresa exporta, especialmente desde mercados emergentes, la logística de bodega puede determinar el éxito o el fracaso de la operación. Mercancía mal paletizada puede ser rechazada en destino, o sufrir daños durante el transporte. Un picking con errores implica pérdidas económicas y retrabajo, afectando la imagen del exportador.

Los requisitos aduaneros y sanitarios de algunos países también exigen formas específicas de presentación de la carga. Por ejemplo, ciertos productos alimenticios deben ir sobre pallets fumigados o plásticos certificados. En estos casos, tanto el picking como el paletizado deben cumplir con criterios de trazabilidad y documentación precisa, lo cual hace indispensable la coordinación entre almacén, transporte y documentación aduanera.

Claves para optimizar estos procesos en América Latina

Aunque la tecnología y la automatización han transformado la logística en los principales hubs del mundo, en América Latina persiste una logística más manual, que combina sistemas básicos con la experiencia operativa. Sin embargo, hay buenas prácticas que pueden implementarse para mejorar el rendimiento sin grandes inversiones:

• Estandarizar formatos de pallets y embalaje para reducir incompatibilidades en la cadena.
   
• Diseñar layouts de almacén eficientes, con rutas claras y zonas bien definidas.
   
• Capacitar al personal en técnicas de picking y paletizado adaptadas a su sector.
   
• Implementar sistemas de gestión de inventario básicos, que aseguren trazabilidad y orden.
   
• Aprovechar alianzas con operadores logísticos que ya cuenten con infraestructura optimizada.

Pensar la logística desde el almacén

Muchas veces se asocia la eficiencia logística con la velocidad de transporte o la cobertura geográfica. Sin embargo, la realidad es que los procesos que ocurren dentro del almacén como el paletizado y el picking son igual o más determinantes en el resultado final. Una cadena logística que quiera competir en mercados globales necesita pensar en cada etapa como parte de un mismo sistema, y en ese sistema, el almacén es el punto de partida.

Adoptar una mirada estratégica sobre estos procesos para marcar una diferencia real en tiempos, costos y reputación. Por eso, el paletizado y el picking deben dejar de ser vistos como tareas operativas y empezar a considerarse herramientas logísticas que pueden aumentar la competitividad de toda la cadena exportadora latinoamericana.