Exportaciones más ágiles: eliminan trámites duplicados para embalajes de madera

El gobierno nacional dio un paso clave hacia la modernización del comercio exterior, con una reforma que impacta directamente en el uso de embalajes de madera en exportaciones. A través de la Resolución 450/2025, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) resolvió eliminar dos trámites obligatorios hasta ahora: el Documento de Tránsito Vegetal electrónico (DTV-e) para traslados dentro del país y la Autorización Fitosanitaria de Exportación (AFEME).

La medida fue anunciada este lunes con la publicación en el Boletín Oficial y busca reducir burocracia, costos operativos y demoras logísticas, beneficiando especialmente a empresas que utilizan madera tratada como parte del embalaje de sus productos exportables.

Certificados únicos y trazabilidad simplificada

Con la nueva normativa, los certificados de tratamiento emitidos por las plantas procesadoras habilitadas serán ahora el único respaldo requerido para certificar la sanidad del material. Esto significa que el productor que emplee esa madera para embalar ya no deberá generar documentación adicional, como sucedía anteriormente.

“Si vendo mármol y lo empaco con madera, ese marmolero tenía que hacer un trámite en el SENASA. Ahora ya no es necesario. Cada trámite menos es una capa de costos menos”, explicó el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, al destacar el impacto de la medida.

Más tecnología y menos trabas en Argentina 

La resolución también incorpora un elemento clave en la digitalización de trámites administrativos: la posibilidad de realizar gestiones a través de la plataforma Trámites a Distancia (TAD). Inscripciones, habilitaciones y modificaciones para operar ahora podrán hacerse completamente online, agilizando la relación entre los operadores y el organismo de control.

Además, se introducen mejoras para regular y simplificar el funcionamiento de plantas y centros autorizados como los Centros de Aplicación de Tratamiento (CATEM), las Fábricas de Embalajes de Madera (FEM) y los Hornos Secaderos (HOSETRAM). A partir de ahora, muchas de estas gestiones se realizarán mediante declaraciones juradas digitales, lo que reduce significativamente la carga administrativa sin resignar control sanitario.

Fiscalización más moderna y control técnico responsable

En paralelo con la desburocratización, el SENASA reforzará los mecanismos de fiscalización posterior, garantizando que se cumplan los requisitos sanitarios mediante auditorías, sin entorpecer los procesos logísticos ni recargar a las empresas con trámites obsoletos.

También se pone énfasis en la responsabilidad técnica, una figura que cobra protagonismo en este nuevo esquema, y que busca garantizar trazabilidad y cumplimiento normativo sin intervención excesiva del Estado en los procesos productivos.

Adiós a normas antiguas, bienvenida eficiencia

La resolución no solo establece nuevas reglas: también deroga artículos y disposiciones anteriores que quedaron desactualizados, en línea con una estrategia más amplia de modernización administrativa. En este contexto, se implementa el uso del sistema SIG-TEM, una herramienta que mejora la trazabilidad y permite fiscalizar digitalmente los movimientos y tratamientos aplicados a los embalajes.

Con estos cambios, el país apunta a exportaciones más eficientes, rápidas y acordes a los estándares internacionales, cumpliendo con los requerimientos de sanidad vegetal que exigen los mercados de destino.

Una reforma que beneficia al comercio y al Estado

La medida se enmarca dentro de una agenda estatal de simplificación normativa que busca dinamizar el comercio internacional argentino sin comprometer la calidad sanitaria. Gracias a la reducción de trámites redundantes y el impulso de plataformas digitales, se mejora la competitividad exportadora y se alivian procesos tanto para el sector privado como para la administración pública.

Con la resolución ya vigente, se espera que el impacto se refleje en menos tiempos muertos en las cadenas logísticas, reducción de costos y un esquema más moderno y previsible para quienes exportan productos embalados en madera.