Fenómeno climático en el sur de Chile: un tornado impactó Puerto Varas

Los tornados son históricamente poco comunes en Chile, especialmente en la zona sur. Sin embargo, en los últimos años se registró un incremento en su frecuencia, particularmente entre mayo y junio, debido a condiciones atmosféricas como la alta humedad y la inestabilidad del aire. El tornado que golpeó Puerto Varas el 25 de mayo de 2025 se sumó a una serie de eventos similares ocurridos en ciudades como Villarrica en 2011 y Los Ángeles en 2019.

El tornado, clasificado como EF-1, con vientos de unos 170 kms/hr,  provocó importantes destrozos en la ciudad. Más de 250 viviendas resultaron dañadas, muchas con techos desprendidos y estructuras comprometidas. También se registraron caídas de árboles y postes eléctricos, los equipos de emergencia trabajaron durante varias horas para remover escombros, restablecer servicios y asistir a los afectados.

Acciones inmediatas y estado de emergencia

Frente a la magnitud del fenómeno, las autoridades activaron el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) a nivel comunal y regional. Se declaró Alerta Roja en Puerto Varas, para facilitar la movilización de recursos y la atención prioritaria y Alerta Amarilla para toda la Región de Los Lagos, las que luego se extendieron hacia Los Ríos y La Araucanía.

 Las clases fueron suspendidas en los establecimientos públicos de la comuna, y se solicitó la activación del roaming de emergencia para garantizar conectividad ante la caída de redes, ya que más de 13 mil habitantes estuvieron sin energía eléctrica Además, el servicio ferroviario entre Llanquihue y Puerto Montt fue suspendido debido a cables y árboles sobre las vías.

Preparación, sostenibilidad y resiliencia: un desafío pendiente

Los daños a la infraestructura energética y de transporte interrumpieron temporalmente operaciones claves del puerto, generando demoras y alteraciones. Las fallas en el suministro eléctrico afectaron a empresas y exportadores, subrayando la fragilidad del sistema logístico frente a eventos climáticos extremos.

Lo ocurrido en Puerto Varas fue un llamado de atención claro: incluso las zonas consideradas seguras deben estar preparadas para fenómenos climáticos cada vez más erráticos. Fortalecer la infraestructura de monitoreo, implementar sistemas de alerta temprana y desarrollar planes de emergencia eficientes son pasos fundamentales para reducir el impacto de futuros eventos.