Marcas internacionales reactivan su presencia en Argentina y reconfiguran el comercio exterior

Durante 2025, Argentina comienza a posicionarse nuevamente en el radar de marcas internacionales que, por diversos motivos, habían abandonado el país en años anteriores. Este retorno no solo responde a un cambio en el clima de negocios, sino también a una visión estratégica que las compañías globales están proyectando sobre el país como puerta de entrada a la región.

Algunas ya comenzaron a operar nuevamente y otras han confirmado su intención de desembarcar en los próximos meses, apuntando tanto al sector minorista como a la expansión de cadenas globales con modelos de franquicia, distribución directa o alianzas comerciales.

Comercio exterior como eje de la expansión

Detrás del regreso de estas marcas hay una reactivación de las operaciones de comercio exterior. Importaciones de productos terminados, contratos de representación y licencias. Se está configurando un nuevo mapa de intercambio comercial.

El proceso implica una mayor demanda de servicios vinculados al comercio internacional: agentes aduaneros, operadores logísticos, despachantes de aduana y zonas francas vuelven a tomar protagonismo. Las marcas necesitan no solo importar productos, sino también asegurar fluidez en la cadena de abastecimiento y condiciones fiscales que acompañen su rentabilidad.

Factores que impulsan el regreso

Varias son las razones que explican esta tendencia:

• Previsibilidad cambiaria: Aunque persisten desafíos, algunas señales macroeconómicas han mejorado el horizonte para inversiones extranjeras.
   
• Alianzas locales: Muchas marcas optan por ingresar nuevamente al país a través de socios comerciales argentinos, que conocen el mercado y asumen parte del riesgo operativo.
   
• Potencial de consumo: A pesar de la contracción económica, existe una base sólida de consumidores que continúa siendo atractiva para marcas con fuerte posicionamiento global.
   

Además, la conectividad con puertos clave, especialmente los del Atlántico y el Río de la Plata, sumado a una infraestructura logística en proceso de modernización, crea condiciones para facilitar la entrada de productos importados y su distribución nacional y regional.

Nuevas reglas del juego: estrategias más inteligentes

A diferencia de etapas anteriores, el retorno no es improvisado. Las compañías están aplicando estrategias más prudentes y sostenibles: estudios de mercado previos, acuerdos flexibles, logística tercerizada y una planificación de importaciones más afinada.

También se observan modelos híbridos, donde las marcas priorizan el ingreso gradual de colecciones o productos clave, en lugar de apostar por un catálogo completo. Esto les permite evaluar el comportamiento del mercado y ajustar la operación sin comprometer grandes volúmenes de stock ni divisas.

Desafíos por delante: normativa, burocracia y adaptabilidad

Pese al optimismo, los desafíos persisten. El régimen de licencias no automáticas, los trámites para importación y las constantes modificaciones en las normas cambiarias exigen una gestión ágil y especializada del comercio exterior. La capacidad de adaptación será clave en un entorno que continúa presentando volatilidad política y económica.

Argentina, ¿una vidriera para el Cono Sur?

El regreso de marcas de renombre como Victoria’s Secret, Skechers, Liu Jo, Calvin Klein, Tommy Hilfiger, entre muchas otras;  habla directamente de la recuperación de la confianza empresarial.

Por su ubicación estratégica, conectividad con países limítrofes y capacidad de consumo urbana, Argentina se perfila como punto de entrada para marcas que buscan conquistar el mercado sudamericano.

El regreso de grandes marcas no solo es una buena noticia para el consumidor final. Representa un impulso para la cadena de valor del comercio exterior, que debe prepararse para responder con eficiencia a esta nueva demanda.